Tal vez tuvo la culpa la noche en
plenilunio ...
quizá fue el perfume del alhelí ...
era una tibia y clara noche del mes de
junio,
tú me dijiste: "quiéreme" y yo te obedecí.
fui obediente ... Verdad? ... Te amé
como quisiste.
Te di besos que nadie como yo te dará.
Recuerdo que tú misma, ruborosa,
dijiste:
"Mientras viva, te juro que nadie me
tendrá".
Pero así como todo se pasa en esta
vida,
se pasó el mes de junio y se fue tu
querer,
según dijiste "quiéreme" así dijiste
"olvida".
Y así fue que en diciembre yo volví a
obedecer.
Autor: Héctor J. Díaz
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