Cada texto aquí expuesto será acompañado del nombre de su autor original y el enlace si fuese éste algún compañero bloguero.

viernes, 8 de octubre de 2010

La noche que volvimos a ser gente

Fragmentos:

¿Qué si me acuerdo? Se acuerda el Barrio entero si quieres que te diga la verdad, porque eso no se le va a olvidar ni a Trompoloco, que ya no es capaz de decir ni dónde enterraron a su mamá hace quince días.



Entonces el otro foreman, porque el primero ya se había ido, me dice: ¿Qué, te piensas hacer millonario para poner un casino en Puerto Rico? Así, relajando, tú sabes, y vengo yo y le digo, también vacilando: No, si el casino ya lo tengo. Ahora lo que quiero poner es una fábrica. Y me dice: ¿Una fábrica de qué? Y le digo: Una fábrica de humo. Y entonces me pregunta: ¿Ah, sí? ¿Y qué vas a hacer con el humo? Y yo bien serio, con una cara de palo que había que ver: ¿Adiós?... ¿y qué voy a hacer? Enlatarlo para vendérselo a los americanos, que compran cualquier cosa con tal de que venga en lata.



Bueno, pues en eso iba yo pensando y sintiéndome ya muy padre de familia, te das cuenta, cuando... ¡fuácata, ahí fue! Que se va la luz y el tren empieza a perder impulso hasta que se queda parado en la mismita mitad del túnel entre dos estaciones. Bueno, la verdad es que de un momento no se asustó nadie. Tú sabes que eso de que las luces se apaguen en el subway no es nada del otro mundo: en seguida vuelven a prenderse y la gente ni pestañea.



Porque yo no sé si tú me lo vas a creer, pero aquello era como un sueño. Había salido una luna de este tamaño, mira, y amarilla amarilla como si estuviera hecha de oro, y el cielo estaba todito lleno de estrellas como si todos los cocuyos del mundo se hubieran subido hasta allá arriba y después se hubieran quedado a descansar en aquella inmensidad. Igual que en Puerto Rico cualquier noche del año, pero era que después de tanto tiempo sin poder ver el cielo, por ese resplandor de las millones de luces eléctricas que se prenden aquí todas las noches, ya se nos había olvidado que las estrellas existían ...

Para leer el cuento completo: LA NOCHE QUE VOLVIMOS A SER GENTE

Breves datos biográficos: JOSÉ LUIS GONZÁLEZ

No hay comentarios: